viernes, marzo 21

Puente del cielo

Catalogada como novela corta, este libro te deja pensando -al menos a mí- en vampiros, un poco por como se desarrolla la historia, y otro poco porque estaba ya predispuesto, dado que Adriana le escribió algunas de las letras al grupo de Rock Santa Sabina, de hecho, uno pueden usar como "soundtrack" del libro un par de canciones de este grupo: a la orilla del sol, de su primer disco o una canción para Louis (Vampiro) del segundo disco. Regresando al libro, lo que me agrada de la autora es la forma de narrar su historia, uno puede imaginarse que está presente, como un fisgón, como detrás de la puerta mientras toda la historia se desarrolla, ya que casi todo ocurre con el mismo escenario, el cuarto de la protagonista a donde es llevada por un sujeto al que acaba de conocer y que muy a pesar del extraño padecimiento de ella, este personaje logra arrancarle destellos de pasión a su ya desauciada vida (¿es correcta la ortografía de la palabra "desauciada"?), un eterno estira y afloja, el ya conocido dejame dejame pero no me dejes porque no puede permitirse o no quiere aceptar lo que logra sentir, otro punto que me agradó fue que te deja pensando en la conclusión, podría decirse que uno tiene la pagina final en blanco para se le ponga el final que más se adapte al humor del lector en ese momento, yo, me guardo mi final, que cada quien se haga el suyo y a ver si lo comparten aquí en este blog, -aunque dado lo super saturado de los comentarios, espero poder darme tiempo de leerlos- (agregue un tono sarcástico a esta última línea je je). Lo malo de este libro es la dificultad para encontrarlo, ya que al parecer no hay reimpresiones, el mío es del 2003 y lo encontré de casualidad en amazon, así que menos comentarios lloverán para esta entrada.

Les dejo un párrafo para que le den una probada al estilo de Adriana:
"Mi boca será para tí un infierno de dulzura. mi boca será crucificada. Los soldados de mi boca tomarán al asalto tus entrañas.
Y le decía que aquellas eran palabras de un poeta. Que el hombre no estaba en el mundo sino para repetir las palabras de otros hombres, revolcarse en el mismo cieno y romper las mismas ataduras y encadenarse al cuerpo de otro y convertirse en su esclavo para romperlo, para ver hasta dónde pueden ser dos cuerpos uno solo, dos almas una sola alma y para descubrir que la soledad es infinita y seguir golpeándola con el corazón desbocado del caballo del sexo."

El link al blog de Adriana Diaz Enciso

Y si alguien llega a saber de alguna librería donde aún estén disponibles sus libros, hágamelo saber, ya que no he conseguido más que este libro.

No hay comentarios: